La primera infancia, desde el nacimiento hasta los ocho años de edad, es una etapa de suma importancia en todas las áreas relacionadas al aprendizaje y desarrollo infantil.
En los primeros años de vida, más de 1 millón de nuevas conexiones neurales se forman cada segundo. Estas son las conexiones que construyen la arquitectura del cerebro – el fundamento sobre el cual depende todo aprendizaje, comportamiento y salud en el futuro.1
Por lo tanto, es muy importante que todas las personas involucradas en la crianza de un niño — sus papás, abuelos, amigos o vecinos — lo ayuden a encaminarse exitosamente hacia un buen desarrollo.
Las experiencias vividas durante la primera infancia afectan de gran manera el éxito futuro de los niños. Estudios de investigación demuestran que los niños expuestos a experiencias de calidad desde pequeños, como asistir a un buen programa de educación temprana, tienen más posibilidad de graduarse de la preparatoria, ser dueños de su propia casa, tener un trabajo y ganar un sueldo más alto.2
El aprendizaje en la primera infancia forma la base de un futuro feliz y exitoso para todos los niños de Colorado.
1 Center on the Developing Child (2009). Five Numbers to Remember About Early Childhood Development (Brief). (Cinco números para recordar sobre el desarrollo de la primera infancia) Retrieved from www.developingchild.harvard.edu.
2 Temple, J., & Reynolds, A. “Benefits and Costs of Investments in Preschool Education: Evidence from the Child-Parent Centers and Related Programs.” (“Beneficios y costos de invertir en la educación preescolar: evidencias de los centros niños-padres y programas relacionados”) Economics of Education Review, 26 (2007): 126-144.